Fitoextracción: Plantas que absorben metales pesados y descontaminan suelos

En la lucha por preservar y mejorar nuestro medio ambiente, una solución sorprendente se encuentra en la naturaleza misma: las plantas que absorben metales pesados. Y es que las técnicas fitotecnologicas de recuperación de suelos con metales pesados son una opción muy sugerente: económica, no intrusiva, eficiente y amable con el medio ambiente.

Estas plantas, tienen la capacidad única de extraer y acumular metales tóxicos del suelo y el agua ayudando a descontaminar áreas afectadas por la actividad humana, restaurando así la salud de los ecosistemas. En este artículo, explicaremos cómo funcionan estas plantas descontaminantes así como algunas de las especies más destacadas en esta importante labor.

¿Qué son los metales pesados y cómo contaminan el suelo?

Los metales pesados son elementos químicos como el plomo, el mercurio, el cadmio y el cromo, entre otros, que en altas concentraciones pueden ser altamente tóxicos para los seres vivos. Estos metales se encuentran en el suelo debido a la actividad industrial, la minería, el uso de fertilizantes y pesticidas, así como a otras fuentes contaminantes. Una vez que se liberan en el suelo, pueden persistir durante décadas, afectando negativamente la calidad del suelo y amenazando la salud humana y la biodiversidad.

El papel de las plantas ‘devoradoras’ de metales

Las plantas descontaminantes, también conocidas como plantas hiperacumuladoras, tienen la capacidad de absorber y acumular grandes cantidades de metales pesados en sus tejidos dando lugar a un proceso conocido como biorremediación, fitorremediación o fitoextracción. Actúan como una especie de “filtro verde”, tomando estos elementos del suelo a través de sus raíces y transportándolos a sus partes aéreas. Una vez que los metales se acumulan en los tejidos de la planta, se pueden cosechar y eliminar de manera segura, ayudando así a limpiar y descontaminar el suelo.

Las especies fitoestabilizadoras son aquellas plantas que tienen la capacidad de reducir la movilidad y la disponibilidad de metales pesados en el suelo, evitando así su absorción por parte de otros organismos y reduciendo los riesgos asociados a la contaminación.

Especies de plantas descontaminantes de suelos

Entre las muchas especies de plantas fitoestabilizadoras destacan algunas por su ‘potencia’, otras por su versatilidad y polivalencia, resistencia a climas adversos o incluso por ser comestibles.

Crotalaria: Esta planta herbácea es conocida por su habilidad para absorber grandes cantidades de plomo, cadmio y cromo. Su rápido crecimiento y resistencia la convierten en una opción popular para estas técnicas de fitorremediación de suelos contaminados.

Senecio: Algunas especies de Senecio, como Senecio vulgaris, han demostrado ser eficientes en la absorción de zinc, níquel y cobre. Estas plantas también pueden tolerar condiciones adversas.

Brassica juncea: También conocida como mostaza india, esta planta ha demostrado ser efectiva en la absorción de arsénico, plomo, cromo y níquel. Su sistema radicular profundo permite que alcance metales pesados que se encuentran en las capas más profundas del suelo.

Planta silvestre acedera: Resulta muy útil para extraer metales pesados de suelos contaminados y recuperar los entornos degradados gracias a la capacidad de la acedera para adaptarse a condiciones ambientales muy diversas. Además, es una especie comestible muy valorada por ser fuente de hierro y vitamina C.

Festuca alta: Esta gramínea perenne es conocida por su capacidad para absorber y acumular metales pesados en sus tejidos, especialmente plomo, zinc y cadmio. Su sistema radicular fibroso y profundo ayuda a estabilizar el suelo y retener los metales en su lugar.

Ballico perenne: Esta planta herbácea de rápido crecimiento es ampliamente utilizada en proyectos de fitoestabilización. Tiene una alta capacidad para acumular metales como cobre, níquel y cinc en sus raíces, ayudando a prevenir su dispersión.

Sauce: Varias especies de sauce, como Salix viminalis y Salix purpurea, además de retener metales pesados en su sistema radicular, tienen la ventaja de ser tolerantes a condiciones de humedad y crecer en áreas ribereñas.

Álamo: Los álamos, especialmente especies como Populus alba y Populus nigra, son conocidos por su capacidad fitoextractora y su rápido crecimiento, además de un sistema radicular extenso que los hace ideales para la fitoestabilización en áreas extensas.

La elección de la especie adecuada dependerá de las características específicas del área contaminada y de los metales presentes en el suelo. Es importante contar con la asesoría de expertos en fitoestabilización para seleccionar las especies más apropiadas y llevar a cabo un programa de restauración efectivo.

Verdaderos héroes medioambientales

Además de su papel en la descontaminación del suelo, estas plantas ofrecen beneficios adicionales. Ayudan a mejorar la estructura del suelo, aumentar su capacidad de retención de agua y fomentar la biodiversidad. Además, pueden ser utilizadas en la producción de biomasa para generar energía renovable o como materia prima en la industria.

Las plantas que absorben metales pesados son verdaderos héroes medioambientales, capaces de descontaminar suelos afectados por la actividad humana. Estas plantas desempeñan un papel crucial en la restauración de ecosistemas dañados y en la protección de la salud humana y la biodiversidad. A medida que avanzamos hacia un futuro sostenible, la fitorremediación se perfila como una herramienta valiosa en la gestión de la contaminación ambiental, y estas plantas nos ofrecen una solución natural y efectiva para enfrentar el desafío de los metales pesados en el suelo.